Carta del Decano ante la tercera semana de confinamiento

Queridos compañeros y compañeras:
Cuando acabamos de cumplir la tercera semana desde que se decretó el estado de alarma por el Gobierno, que nos ha llevado al confinamiento en nuestros domicilios y, habiéndose prorrogado dicha situación durante algún tiempo más hasta que podamos dar por derrotado el virus, que de manera tan dramática nos está afectando, quiero haceros llegar varios mensajes que, como Decano, tengo necesidad de compartir con vosotros.
El primero de ellos es que, ahora lo esencial es ocuparnos de nuestra salud, la de los nuestros y de todos los que nos rodean, evitando las vías de contagio, cumpliendo con las medidas de aislamiento que nos han sido impuestas, pues solo así podremos evitar contraer la infección y en su caso, transmitirla.
Pero dentro de la paralización de servicios impuesta por el estado de alarma, vuestro colegio de abogados, el colegio de todos, sigue funcionando, no con normalidad como es evidente, pero sigue prestando los servicios esenciales. Nuestro personal, con las tareas repartidas, con teletrabajo, imaginación y una excelente organización, continúa dando servicios a quien los demanda, sacando trabajo acumulado en unas ocasiones o atendiendo solicitudes urgentes en otras, realizando con ello una gran labor en tiempos muy difíciles. A través del teletrabajo, las comisiones, principalmente la de honorarios, se mantienen al día y se siguen prestando las clases de la EPJ de forma virtual, con un encomiable esfuerzo por parte de profesores y alumnos.
Especial referencia merece el servicio de guardias y asistencias a detenidos que se sigue prestando por los compañeros adscritos y sin que se hayan registrado incidencias y que continúa siendo atendido desde el colegio, gestionando también el pago de la subvención tan pronto se recibe del Ministerio, cumpliendo así con una de sus principales funciones institucionales. Desde la Junta de Gobierno hemos procurado en todo momento facilitar el material necesario para que puedan desarrollarse con la debida protección y hemos mantenido contacto con las autoridades políticas, policiales y judiciales para conseguir que puedan hacerse por medios telemáticos o telefónicos. La prestación de estos servicios siempre son la mejor muestra de lo que es la abogacía, una profesión solidaria.
Son, sin duda, tiempos llenos de dificultades e incertidumbres por los que ahora pasamos y los que nos esperan cuando podamos reintegrarnos a nuestros despachos, pero quiero transmitiros la certeza de que quienes estamos en la Junta de Gobierno, trabajamos para mitigarlos en lo posible bien a través de las líneas de apoyo que, dentro de nuestras posibilidades económicas, podamos próximamente articular para ayudar a quien pase por situación de necesidad, bien para instar a organismos e instituciones a proteger y ayudar a los profesionales de la abogacía o bien para tratar de ordenar la vuelta al trabajo, cuando la actividad profesional y judicial se reanude, cuestiones todas en las que tratamos de actuar de forma coordinada con los restantes colegios de abogados de Castilla y León así como con el CGAE. A este respecto creo que se debe poner el valor la constante actividad del Consejo General cuyas gestiones con el Ministerio de Justicia han permitido poner al día el cobro del Turno de Oficio o nuestra presencia en la Comisión de Coordinación que está permitiendo una activa participación de la abogacía en las medidas que se vienen adoptando y que tanto nos afectan, exigiendo para los profesionales mutualistas el mismo trato que para los autónomos o la dotación de material de protección en las asistencias, por poner algún ejemplo.
Es indudable que el paro forzoso que nuestra profesión está soportando tendrá repercusiones y que el escenario que nos vamos a encontrar será muy distinto al anterior y cambiante a cada momento pero, como suele suceder, sus efectos afectarán a cada compañero de forma desigual, dependiendo mucho de su situación profesional y personal, tanto del grado de afectación de su área de trabajo como de su capacidad de ahorro, cargas familiares etc… por ello es ahora cuando los abogados debemos mostrar nuestra faceta más solidaria y destinar los mayores esfuerzos institucionales a atender las peticiones de ayuda que los compañeros con mayores problemas nos puedan hacer llegar. Con el esfuerzo de todos, ninguno debe quedar atrás.
En una situación tan compleja como la que nos toca vivir, la Junta de Gobierno tiene la obligación de liderar la toma de decisiones, pero ello no quiere decir que tenga el patrimonio de la verdad e infalibilidad y por ello nos gustaría contar con vuestras propuestas y sugerencias, que nos podéis hacer llegar a través del email atencionalcolegiado@icasal.com específico para este fin, para que el resultado final de la vuelta a la normalidad se consiga con las aportaciones y colaboración de todos.
Y la última reflexión que quiero compartir con vosotros, es un mensaje de agradecimiento, en nombre de nuestro colectivo, a todo el sector sanitario que está soportando la tremenda carga de atendernos en condiciones extremas así como a todos cuantos están implicados en mantener los servicios esenciales y finalmente, de ánimo y de esperanza, de confianza en nuestra capacidad individual pero sobre todo colectiva, de superar esta situación en la que vamos a encontrar como nunca, el apoyo de los compañeros de profesión y del colegio como institución que nos agrupa.

Un fuerte abrazo.

Eduardo Íscar Álvarez
Decano.